Monday, November 9, 2009

No pude evitarlo...

Y una vez más, leí las cartas de lectores del diario... nunca voy a aprender.

Predeciblemente, se trata de la carta titulada "Matrimonio gay" que reproduzco a continuación:

Se­ñor Di­rec­tor:

"Quiero referirme a la carta publicada por el doctor Alberto Solanet el 3/11 sobre el tema de los matrimonios entre homosexuales.

"Al respecto, adhiero a los conceptos expresados en la mencionada nota: el matrimonio es una institución orientada a afianzar el amor entre un hombre y una mujer, en la cual se comprometen en forma libre con el objeto de su crecimiento mutuo como personas y de la procreación.

"El matrimonio entre un hombre y una mujer está consagrado en las principales religiones, con fines trascendentes para los integrantes de la unión conyugal y en el rol que les compete para el desarrollo de la familia.

"La homosexualidad es un hecho que exige comprensión, en su dimensión física, psíquica y espiritual, sin que ello implique modificar instituciones naturales."

Javier Orloff
(Para referencia, la carta de Solanet se encuentra acá y tiene el mismo título.)

Vamos por partes. El matrimonio es descrito como "una institución orientada a afianzar el amor entre un hombre y una mujer, en la cual se comprometen en forma libre con el objeto de su crecimiento mutuo como personas y de la procreación."
Punto número 1:¿No fue el profeta Salomón quien tuvo unas 700 esposas, en la misma Biblia? "Un hombre y una mujer" suena un poco a restricción arbitraria.
Punto número 2: Dos hombres o dos mujeres son tan capaces de sentir amor y de crecer juntos como personas como lo son un hombre y una mujer.
Punto número 3: La procreación no es requisito necesario para el matrimonio. ¿O es que acaso prohíben a las mujeres casarse después de la menopausia?

El hecho de que el matrimonio entre un hombre y una mujer esté "consagrado en las principales religiones" es completa y absolutamente irrelevante. Primero, porque no se está prohibiendo el matrimonio heterosexual, carajo. Segundo, [insertar lista de toda la mierda que las principales religiones consagran, ya escribí bastante al respecto como para repetirlo en cada poste].

Finalmente, el matrimonio no es una institución natural. (Y aunque lo fuera, la homosexualidad es tan natural como la heterosexualidad.)
Es una institución social y jurídica, lo cual lo hace mutable por la naturaleza, a medida que la sociedad cambia y la ley la refleja. La sociedad está cambiando. La ley va a cambiar, tarde o temprano. Y no hay falacia naturalista que lo evite.

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