Y aconteció que por vez número ya perdí la cuenta, leí una
carta de lectores del diario.
El aborto y la UBA Señor Director:
"Como graduado de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA siento vergüenza por la decisión de esa casa de estudios de apoyar la legalización del aborto en la Argentina. Y más por hacerlo en nombre de los derechos humanos. ¿Hasta dónde puede llegar la perversión humana si quienes se ocupan de pensar los valores sociales se definen a favor del peor de los crímenes y llaman a eso un derecho humano?
"El 3/8, el consejo directivo de Sociales aprobó por unanimidad el proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo (Nº 0998-D-2010), para ser tratado en el Congreso, que afirma que «no hay una única manera válida de enfrentar el dilema ético que supone un embarazo no deseado» y sostiene el derecho de las mujeres a decidir sobre el propio cuerpo. Lo curioso es que no se habla del derecho a extirparse el hígado o un riñón, sino que alude a un ser humano en gestación, persona desde la concepción, culpable de no haber sido deseado. ¡Vaya a saber cuántos de nosotros pudimos no haber sido deseados, no sea cosa que estemos viviendo casi sin merecerlo!
"Que el derecho básico, primario, el derecho a la vida, se encuentre sojuzgado en nombre de los derechos humanos es una fatídica contradicción o el signo de que avanzamos hacia una sociedad en la que la vida ya no tiene un valor irreductible."
Javier García Moritán
Lic. en Ciencias de la Comunicación
DNI 28.417.408
Más que nada, me llamó la atención el último párrafo. Todo derecho se encuentra limitado por otros derechos. No existe tal cosa como un derecho absoluto, ni a la vida ni a nada más. Eso, sin entrar en detalles sobre por qué un puñado de células tiene más derechos que otros.
Pero también, la parte sobre el valor de la vida como "irreductible". El hecho es, ya vivimos en una sociedad en la que el valor de la vida no es irreductible. Empecemos por lo obvio. Todo ser vivo, como cualquier otro sistema, necesita energía para funcionar. Y, a menos que tal organismo sea capaz de fotosíntesis o quimiosíntesis, tiene que matar a otro ser vivo para conseguirla. Todo ser humano mata para vivir, y a nadie le parece mal (y si ese es el caso, me pregunto como vive). Ergo, "la vida" evidentemente no es tan valiosa.
Pero, quizás, el lector se refería no a la vida en general, sino a la vida humana. Un caso algo más interesante. ¿Es la vida humana intrínsecamente valiosa? Bueno, no es por asumir que tengo la respuesta a un interrogante de tal magnitud, pero, erm, eso es exactamente lo que voy a hacer.
Mi apéndice es vida humana. Está vivo, ciertamente, y cabe suponer que es humano dado que es el apéndice de un ser humano. Nadie piensa que una apendicectomía es un asesinato, sin embargo.
Entonces, queda claro que simplemente la combinación de "vida" y "humanidad" no es suficiente para dar un "valor irreductible". Lo cual de por sí demuestra lo que dije al principio, pero vayamos un poco más lejos. Obviamente, se considera que hay una diferencia entre el valor de un feto y un apéndice. La pregunta es, ¿por qué?
¿Es acaso el hecho de que un feto puede crecer y convertirse en una persona? Porque lo mismo podría decirse de un óvulo. Dada las circumstancias correctas, es cierto tanto de un feto como de un óvulo que pueden llegar a ser personas. Sin embargo, nadie (o casi nadie) considera que una mujer que no está embarazada es equivalente a una mujer que aborta. A pesar de que en ambos casos se previene a una vida humana de llegar a convertirse en persona.
Entonces, tampoco alcanza la combinación de "vida", "humanidad" y "potencial de persona" para dar un valor irreductible.
Se podría pensar, entonces, que el valor de la vida del feto proviene de alguna propiedad de lo que es y no de lo que será. El problema es que, bueno, un feto humano no es de por sí muy diferente del feto de, digamos, un chimpancé. Sin mencionar que un chimpancé adulto es más cercano a una persona que un feto humano. Y sin embargo, matar a un chimpancé tampoco es asesinato.
Entonces, me pregunto yo, ¿si el valor de un feto no proviene de su vida, su humanidad, su potencial, o de su personalidad, de dónde carajo viene? ¿Qué mierda es tan importante acerca de esas células en particular y no de otras que superan el derecho a la autonomía sobre el propio cuerpo?
Seguiré buscando una respuesta, pero algo me dice que no hay ninguna.